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LA DISCAPACIDAD

La familia del discapacitado

 
 

La llegada al hogar de un nuevo hijo siempre genera tensiones y ocasiona cambios en la organización de la familia. Estas tensiones se incrementan si el hijo necesita que se le dedique más tiempo y atención de lo normal.

Según la Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Minusvalías (1986), que realizó en España el Instituto Nacional de Estadística, a la pregunta de si la deficiencia padecida por un familiar impedía a la familia llevar una vida "normal", más de la mitad de las familias encuestadas contestaron que sí.

Según dicha encuesta, las personas que más dificultades crean para el desenvolvimiento de la vida de la familia son los discapacitados de más edad, y quienes tienen minusvalías graves.

Igualmente, más de la mitad afirmaron que es preciso dedicar mucho tiempo, incluso todo el día, a ese miembro de la familia cuando vive en casa. Tan sólo un 15 por ciento de las familias encuestadas respondieron que no tenían que prestarle una atención especial. Las necesidades de dedicación de tiempo son mayores cuando las personas con discapacidad tienen menos de 6 años o más de 64, y cuando están afectadas por más de una deficiencia.

Si hay otros hijos en la casa, la situación puede complicarse porque, al estar más pendientes de uno, pueden quedar un poco desatendidos los demás, o presentarse algún problema entre los hermanos.

Los niños que crecen junto a hermanos con discapacidad tienen, generalmente, problemas y dificultades especiales. No es fácil crecer en una familia en la que uno de los miembros necesita de la atención de los padres y de los recursos familiares en una medida especial. Pese a ello, la mayoría desarrollan fuertes sentimientos positivos hacia sus hermanos y padres, y juegan un papel muy importante en el desarrollo del hermano discapacitado. Precisamente como consecuencia de esa relación, suelen tener una gran capacidad de comprensión y acogida hacia los demás. Aunque, en ocasiones, ocurra lo contrario y provoque un sentimiento de amargura y resentimiento por la atención extraordinaria que los padres prestan al hermano discapacitado.

Para muchos padres, la influencia que este hijo pueda ejercer sobre los demás hermanos es un motivo de preocupación. Pues, no en vano, la familia proporciona al niño las primeras oportunidades de conocer, comunicarse y relacionarse con otros seres humanos Y la relación entre hermanos es quizá, la más duradera y una de las que más influye en la vida. Es una fuente de apoyo mutuo a lo largo de los años.

(escrito por Alonso Ojeda)

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